Ingerir semen es alimenticio.
Es cierto que el semen tiene proteínas y fructosa, pero la cantidad eyaculada es tan mínima que ni siquiera ingiriéndola tres veces al día afectaría en la nutrición de alguien. Pero tampoco es negativo para la salud (aunque sí algo molesto para la garganta, ya que se queda un buen rato en ella a causa de su textura gelatinosa). Tampoco está demostrado que sea ideal para el cutis, aunque las leyendas digan que Cleopatra tenía un esclavo destinado únicamente a proporcionarle el semen con el que cada noche se untaba el rostro.
El pene, cuanto más grande mejor.
Un pene grande puede resultar doloroso para algunas mujeres. Además, el placer no se obtiene por el tamaño sino por como se usa. De hecho, un pene muy grande puede ser molesto y no estimular el primer tercio de la vagina, que es el más sensitivo y donde se encuentra el punto G.
Fantasear con otra persona es signo de infidelidad.
Fantasear con una tercera persona durante la relación sexual es algo que hacen bastantes personas y una manera inofensiva de buscar personas y una manera inofensiva de buscar estímulos. No significa ni mucho menos que uno vaya a ser infiel a la pareja en la realidad. Otra cosa es que la pareja le molesten o le generen inseguridad este tipo de fantasías, si es que se las confesamos.
El coito es peligroso y dañino para el feto.
El sexo en el embarazo es completamente seguro y recomendable salvo restricciones medicas especificas. El feto no corre ningún peligro durante la penetración porque el saco amniótico que lo rodea es muy resistente y el pene no puede romperlo. Además, el cervix actúa de barrera.
