¿Y si muriera? ¿Quién me echaría de menos? ¿Quién vendría a mi funeral? ¿Qué cambiaría mi falta en sus vidas? ¿Quién me recordará? ¿Qué actos míos pasarán al futuro?
Nadie sabe que daño y cuanta cantidad de daño es soportable, unas personas aguantan brutalidades y otras no... ¿es el suicidio un camino viable aunque egoísta?
Estos y muchos otros son los pensamientos de un hombre.
Ahora que voy a acostarme,
le pido al Señor que proteja mi alma
que los ángeles velen por mí esta noche
y me mantengan sano y salvo hasta el alba.
Ahora que voy a acostarme,
le pido al Señor que proteja mi alma
y si muriera antes de despertarme,
le pido al Señor que se lleve mi alma.