Todos los días pienso en mi muerte y el legado de mierda que dejaría tras de mí, todos los días pienso en cómo morir y llevarme a algún delincuente para hacer del mundo un lugar mejor.
Porque en este planeta de escoria donde solo importa la apariencia y ser otro ser vacío asqueroso parece ser que es lo único que triunfa. Donde todos los días mi madre me dice que soy una vergüenza y que la amargo, mejor no haber nacido. Donde no tengo salidas, donde todas mis ilusiones se las han llevado al darme palos, ellos y ellas, físicos y sentimentales a partes iguales.
Todos los días sueño despierto en obligar a un agente a dispararme y acabar con mis sufrimiento, porque aunque vaya a terapia, no puedo deshacerme de mi rabia, me dicen que la contenga y eso llevo haciendo más de 20 años, contenerme, contener toda la mugre que me han echado encima y toda la ira que acumulo. No, golpear una cama no me desahoga, no mitiga, solo cansa el cuerpo pero no desfoga la mente que es donde están las emociones que aúllan de dolor. No puedo liberarme y purgar mi pena porque es ilegal de la forma en la que necesito.
Quisiera irme dejando todo pagado, sin deudas, sin historias, todos los cabos cerrados, todos los familiares visitados, toda la música terminada y después bailar con la muerte un poco de dembow y que me lleve a donde le salga de las narices.
Estoy hasta los cojones del ser humano, no merece la pena nada.
