Soundcloud Kruzio Baal

lunes, 6 de enero de 2014

El Clavel

En lejanas tierras existía una flor bella, fuerte, de tallo robusto, capaz de sentir y ver a través del aire al resto de flores. Un Clavel.

esta flor no era de esta tierra, sin embargo fue arraigándose a pesar de que aquella no le posibilitaba el crecer en todo su potencial. Dicha flor fue creando vínculos con otras, pero nunca llegaban a polinizar, llegó el Invierno para quedarse durante mucho tiempo, ésta flor no fue capaz de asimilarlo, le costó mucho poder seguir con sus quehaceres del día a día.

Cuanto más frío no podía llegar a sentir, un polen misterioso llegó a sus pétalos, esta nueva flor con la que fue conociéndose era una Rosa. Logró transmitir ese calor que con el Invierno era imposible de sentir, pero un día la Rosa ya no estaba, dejaba una pequeña parte de su calor a través de su polen, pero no era lo mismo. La flor que tanto frío sentía cuando trataba de acercarse, chocaba con espinas, que mantenían a raya al Clavel. Poco a poco, a pesar del calor que transmitía en la lejanía la Rosa, el clavel fue marchitándose y aquellas flores que estaban cerca Clavel no prestaron ninguna atención.

El Clavel no estaba dispuesto a morir allí, lucharía y se nutriría de lo que la tierra le diera, pero no volvería a dejar que se acercara la Rosa, poco a poco aquel Clavel rojo fue desarrollando Acebo a su alrededor, donde los frutos rojos eran recogidos por el Clavel. No dejaría que ninguna otra flor, sin ganarse su confianza obtuviera su polen. La Rosa, pensativa, continuó emitiendo pequeños fragmentos de calor, que en la lejanía iban perdiendo cada vez más temperatura, sin darse cuenta de que con ellos viajaban espinas. Éstas impactaban contra el Acebo que sufría heridas, pero no permitía que el Clavel sufriera daño.

El Clavel que había desarrollado el Acebo se percató de que éste era una extensión de si mismo. Se hizo más fuerte, pero el Invierno no quería irse. Tiempo después El Clavel y la Rosa dejaron por completo su comunicación, la Rosa se quedó con otra Rosa aunque sangraran por sus espinas; el Clavel tenía demasiado Acebo que superar como para que ninguna otra flor pudiera llegar hasta él.

Colorín colorado este relato se ha acabado.


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