He soñado con ella tantas veces, en tantas situaciones, de tantas formas distintas y con tantas emociones que ya se ha convertido más en una pesadilla, y no por la satisfacción que ha habido en ciertos sueños, si no precisamente porque es imposible lograrlo.
Allí donde ni se pincha ni se corta, la imaginación nos puede liberar o bien frustrar, y en este caso es así, pudiendo "traicionar los valores morales" mediante la imaginación y transgrediendo aquello que no haríamos nos liberamos en parte, pero, ¿y si un día llega una situación parecida? La conciencia me carcomería bien por no hacerlo y lo mismo por hacerlo.
Ya no sé donde queda la forma en liberar aquello que uno desea sin faltarse a uno mismo ni al prójimo, y menos todavía sé como reaccionar llegado tal caso. Como diríamos hace años "tengo la picha hecha un lío", y no sé si soy más tonto por bueno que por no serlo.
Un dilema para quien trata de ser ese príncipe de Disney en un mundo que no lo es y mantener su salud en un estado óptimo.
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