Conversaciones conmigo mismo 3: Buscando consuelo.

Trato de ver el lado bueno cada vez que me siento triste, pero son tantas ocasiones ya, y tan seguidas, que ya no sé dilucidar lo que veo y lo que no. Deseando que llegue alguien, algo que me den ganas de seguir, la música es esa delgada línea que te mantiene al borde de quedarte cuerdo o de una locura insana.

Deseando de volver a escribir textos propuestos, de realizar grandes gestas, de hacer puñeteros vídeos, de querer  ser querido/valorado, supongo que este es el precio por amar el arte en casi todas su vertientes y de ser quien soy. No quiero dormir y soñar, no quiero soñar nada que no pueda realizar y que tengo al alcance de mi mano, lo irrealizable que está a miles de kilómetros de distancia, me parece bien como un sueño platónico, una fantasía intransgresible.

Estoy cansado de comer miguitas de pan, de no hallar consuelo, de dar y no recibir más que "calabazas".

No quiero cambiar de vida, solo algunas áreas ¿tan difícil puede ser? dicen que el que deja de buscar encuentra y el que no busca es imposible que encuentre nada, no sé que pensar ya, estoy HARTO de no parar de cuidar esa semillas y que no crezca nada, de machacarme y de creer que estoy perdiendo el tiempo, sí perdiéndolo porque no obtengo los resultados que debiera (bajo qué parámetros) bajo unos parámetros científico-lógicos.

Lo que llevo pensando tiempo son... maldades sinceramente, quisiera perderme entre la noche con dragonas de jade, y llegado el momento de recoger esos frutos... tirarlos con todo el ego y el orgullo del mundo disfrutando del dolor que causaría, regodeándome con alevosía, tal solo así encuentre el consuelo que nadie se atreve a dar. Estoy al borde de ese pozo del que salí y creo que tal vez deba sumergirme otra vez.

Y no, la religión no es una opción. Supongo que escribir es de lo poco que me consuela un poco. ;)