Soundcloud Kruzio Baal

martes, 31 de mayo de 2016

(+20) 4211

Lo cierto es que era la primera noche del evento.

Marchaba iba a a dormir porque no me tenía en pie ni sentado.

Al llegar a mi tienda, me doy cuenta que en vez de dos llaves, tengo una para el candado, lo cual me empezó a preocupar porque siempre llevaba las dos encima. Pensé que tal vez la había dejado guardada en la maleta del pc.
 Al abrir, ¡hay una chica masturbándose! Y yo como... WHAT!!! No sabía que decir, estaba totalmente atónito.

 Lo cierto es que no iba a desaprovechar la ocasión ya que ella lo había hecho con total alevosía, y dije:
+Qué haces aquí? A parte de lo obvio. Cómo has conseguido mi otra llave?

Ella no dijo nada, solo me miraba mientras seguía usando sus manos. Supongo que sabía que no se quedaría esa noche, o sí...

 +Ponte a cuatro, eleva el culo, y baja la cabeza.
-Ahm... sí.
+Cuando te pregunte u ordene y me respondas, di "sí, amo", lo has entendido?
-Sí, amo.
+Bien, déjame ver cuan húmedo está.
-Métela.
+Te he dicho que puedas hablar?
-No, amo.
+Calla, solo recompenso a las chicas buenas, y tú quieres que la meta, no?
-Sí, amo

Me quedé mirándola a la cara, mientras que con una mano en su nalga derecha apretando y la otra en su entrepierna, disfrutando de su mirada de deseo y placer.

-Por favor, métela... ya...
+Antes tengo que revisar que todo vaya bien, segundo aviso.
-Va todo bien, métela.

+Eso se merece el siguiente castigo por no callarte.

Me bajé el pantalón y empecé a rozarla de abajo arriba pelvis con pelvis

+Sé que te gusta, a esto se le llama "sumata", verás, seguiré así hasta que esté calada, no me importa si te muerdes un labio o un dedo, pero callada, si cumple, haré lo que pedías.

 La tiré del pelo hacia ami, incorporándola y atrayendo su cabeza a la mía quedando los dos justo de rodillas en el centro de la tienda.
La susurré al oído con voz suave pero autoritaria:

+Si quieres que la meta, métela tú y mueve la cadera, o si tienes una iniciativa más erótica, bésame y la meteré de golpe, pero calladita.

Su mano me guió hasta dentro y comenzó a mover la cadera mientras me besaba, ella lo quería todo.

 Y más o menos hasta ahí recuerdo haberlo soñado hace unos días, ahora la tensión me mata porque sé que no la veré.




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