El ser humano necesita desahogarse de vez en cuando, cuando lo logra y se queda satisfecho, parece otra persona.
Es increíble como el ser humano puede albergar tanto dolor dentro e ir expulsándolo a pocos, como es capaz de tocar una melodía triste e ir soltando lastre, lo bien que uno puede sentirse, ojo, sin nombrar a nadie y hacerle foco de tus problemas, en este caso de los míos acumulados.
La música amansa a las fieras, después de la tormenta llega la calma, solo hace falta enfocar tu ira sobre algo que no haga daño a nadie, ni a uno mismo. Solo así logramos ir quitando ese dolor.
Un abrazo para todos y todas!
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