Yendo a por el pan y de vuelta se me han ocurrido muchas cosas sobre las que reflexionar, una de esas ideas o experiencias... es sobre la reciprocidad en las relaciones de cualquier índole (índole para los de la ESO significa de cualquier tipo).
Las relaciones son como un arma, la munición y la persona que dispara. Si continuamente estás gastando más munición de la que recibes, la final te quedarás sin poder disparar, no es lo mismo disparar un calibre 9 que un 50... supongo que las relaciones son de forma semejante en las que tú disparas flechas a lo Cupido; pero si la persona que las recibe no devuelve el mismo número o menor número con la misma equivalencia (calidad) la persona que dispara la final se quedará sin munición.
Lo cual llevará al terreno de, "¿y ahora qué hago? tengo una pistola/arco/corazón, pero no me queda nada que emitir, he invertido en acciones y resulta que he ido a perderlo casi todo" (lo dramatizo un poco porque impacta más).
La vida debería tener un V de victoria, no de vuelta ni de vuelve por donde has venido.
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