Hace mucho que la ilusión se difuminó entre conciertos y
tazas de té. Todo en consecución de situaciones, de las cuales no he podido
controlar, solo el tiempo y una organización que me mantuviera ocupado con la
mente en otro lugar. Nada de esto ha pasado en años, referente a cada problema,
muchos los pude acabar encarando y ganando la partida, pero los dos últimos no,
me siento frágil, cuasi cristal. No albergo gozo ninguno, aparento ser un
robot, de aquí para allá sin determinar por qué lo hago, si lo disfruto o no…
Sé que todavía queda un largo camino que recorrer, el
tiempo da para mucho, una persona sin echar raíces puede ser una ventaja a la
hora del cambio, pero no trato de cambiar sino de plantarme y expandirme cual
plaga imparable. Ansío el día en el que como otro jinete más, cabalgue por
estas tierras, en las que el amor se agarre a mi cintura.
Me dijeron: ¨cuando menos te lo esperes, ocurrirᨠa lo
cual, yo me pregunto: ¨ ¿Qué hago, si no me queda paciencia? ¨, espero que al
menos pueda transitar este túnel del cual vine viendo la luz, marcharme viéndola
igualmente, pero habiéndola visto y hecha ver al resto durante este efímero
tránsito que es para el Sol.
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